Joaquin Sabina – Asi estoy yo sin ti

 

 

 

Joaquin Sabina – Asi estoy yo sin ti

Extraño como un pato en el Manzanares
Torpe como un suicida sin vocación
Absurdo como un belga por soleares
Vacío como una isla sin Robinson
Oscuro como un túnel sin tren expreso
Negro como los ángeles de Machín
Febril como la carta de amor de un preso
Así estoy yo
Así estoy yo, sin ti
Perdido como un quinto en día de permiso
Como un santo sin paraíso
Como el ojo del maniquí
Huraño como un dandi con lamparones
Como un barco sin polizones
Así estoy yo sin ti
Más triste que un torero
Al otro lado del telón de acero
Así estoy yo
Así estoy yo
Así estoy yo, sin ti
Vencido como un viejo que pierde al tute
Lascivo como el beso del coronel
Furtivo como «el Lute» cuando era «el Lute»
Inquieto como un párroco en un burdel
Errante como un taxi por el desierto
Quemado como el cielo de Chernóbil
Solo como un poeta en el aeropuerto
Así estoy yo
Así estoy yo, sin ti
Inútil como un sello por triplicado
Como el semen de los ahorcados
Como el libro del porvenir
Violento como un niño sin cumpleaños
Como el perfume del desengaño
Así estoy yo sin ti
Más triste que un torero
Al otro lado del telón de acero
Así estoy yo
Así estoy yo
Así estoy yo, sin ti
Amargo como el vino del exiliado
Como el domingo del jubilado
Como una boda por lo civil
Macabro como el vientre de los misiles
Como un pájaro en un desfile
Así estoy yo sin ti
Más triste que un torero
Al otro lado del telón de acero
Así estoy yo
Así estoy yo
Así estoy yo, sin ti

 

La primera máquina de karaoke la introdujo el cantante Daisuke Inoue, pero el éxito fue un poco por casualidad, ya que la gente asistente a sus conciertos insistía en poder cantar junto a él, gracias al experimento interactivo tan novedoso. Cuando el cantante vió el gran potencial del invento, lo patentó en un primer modelo consistente en una máquina a la que había que echar una moneda para que funcionase

 

karaokes.com.ar

 

En América y Europa se hicieron bastante conocidos este tipo de actividades, sobre todo en los bares, cuyo público era mayormente joven. Principalmente, el corazón del canto al vacío son las máquinas de karaoke, las que constan de una pantalla, mecanismo de supresión de voz, lector de DVD’s, además del sistema de sonido. Al principio, las máquinas tenían un lector de cintas, pero luego se cambió a las clásicas cintas de DVD’s. Se han llegado a abrir lugares especiales en los que sólo se puede hacer karaoke, además de comer y beber. Sin embargo, hay otros lugares que no están dedicados completamente a prestar el servicio del karaoke, pero establecen algunos días de la semana para ofrecerlo. Hoy en día, las máquinas son mucho más modernas, con pantallas de alta definición y de gran tamaño, al igual que un sonido potente. De igual forma, existen concursos a nivel mundial de esto e, incluso, han llegado a ser televisados.