Pimpinela – Olvidame y pega la vuelta
Pimpinela – Olvidame y pega la vuelta
Hace dos años y un día que no lo he vuelto a ver
Y aunque no he sido feliz aprendí a vivir sin su amor
Pero al ir olvidando de pronto una noche volvió
Soy yo
¿Qué vienes a buscar?
A ti
Ya es tarde
¿Por qué?
Porque ahora soy yo la que quiere estar sin ti
Y pega la vuelta
Jamás te pude comprender
Vete, olvida mis ojos, mis manos, mis labios
Que no te desean
Estás mintiendo ya lo sé
Vete, olvida que existo, que me conociste,
Y no te sorprendas, olvida de todo que tú para eso
Tienes experiencia
De un mundo de sensaciones que no encontré
Y al descubrir que era todo una gran fantasía volví
Porque entendí que quería las cosas que viven en ti
Ayúdame
No hay nada más que hablar
Piensa en mí
Adiós
¿Por qué?
Porque ahora soy yo la que quiere estar sin ti
Y pega la vuelta
Jamás te pude comprender
Vete, olvida mis ojos, mis manos, mis labios
Que no te desean
Estás mintiendo ya lo sé
Vete, olvida que existo, que me conociste
Y no te sorprendas, olvida de todo que tú para eso
Tienes experiencia
Y pega la vuelta
Jamás te pude comprender
Vete, olvida mis ojos, mis manos, mis labios
Que no te desean
Por eso vete, olvida mi nombre, mi cara, mi casa
Y pega la vuelta
Estás mintiendo ya lo sé
Vete, olvida mis ojos, mis manos, mis labios
Que no te desean
Por eso vete, olvida mi nombre, mi cara, mi casa
Y pega la vuelta
Jamás te pude comprender
La primera máquina de karaoke la introdujo el cantante Daisuke Inoue, pero el éxito fue un poco por casualidad, ya que la gente asistente a sus conciertos insistía en poder cantar junto a él, gracias al experimento interactivo tan novedoso. Cuando el cantante vió el gran potencial del invento, lo patentó en un primer modelo consistente en una máquina a la que había que echar una moneda para que funcionase
En América y Europa se hicieron bastante conocidos este tipo de actividades, sobre todo en los bares, cuyo público era mayormente joven. Principalmente, el corazón del canto al vacío son las máquinas de karaoke, las que constan de una pantalla, mecanismo de supresión de voz, lector de DVD’s, además del sistema de sonido. Al principio, las máquinas tenían un lector de cintas, pero luego se cambió a las clásicas cintas de DVD’s. Se han llegado a abrir lugares especiales en los que sólo se puede hacer karaoke, además de comer y beber. Sin embargo, hay otros lugares que no están dedicados completamente a prestar el servicio del karaoke, pero establecen algunos días de la semana para ofrecerlo. Hoy en día, las máquinas son mucho más modernas, con pantallas de alta definición y de gran tamaño, al igual que un sonido potente. De igual forma, existen concursos a nivel mundial de esto e, incluso, han llegado a ser televisados.