Sandro – Las Manos
Del humilde labrador
Que se sumen en la tierra
Que trabajan Sol a Sol
De una novia en el altar
Y qué tristes son las manos
Que van en un funeral
Que se pueda imaginar
En las manos pequeñitas
De los niños al rezar
No podrá nunca negar
Que las manos de una madre
No se pueden comparar
Que perdone mi canción
Quiero hablar de manos santas
Las de madres esas son
Cegadas por la ambición
Que ordenan a guerra
Y siembran desolación
Hace tiempo ya olvidó
Manos, manos que fueron golpeadas
Humilladas por el odio y el rencor
Manos que dieron amor
Y también quiero que vean
Pues son las manos de dios
La primera máquina de karaoke la introdujo el cantante Daisuke Inoue, pero el éxito fue un poco por casualidad, ya que la gente asistente a sus conciertos insistía en poder cantar junto a él, gracias al experimento interactivo tan novedoso. Cuando el cantante vió el gran potencial del invento, lo patentó en un primer modelo consistente en una máquina a la que había que echar una moneda para que funcionase
En América y Europa se hicieron bastante conocidos este tipo de actividades, sobre todo en los bares, cuyo público era mayormente joven. Principalmente, el corazón del canto al vacío son las máquinas de karaoke, las que constan de una pantalla, mecanismo de supresión de voz, lector de DVD’s, además del sistema de sonido. Al principio, las máquinas tenían un lector de cintas, pero luego se cambió a las clásicas cintas de DVD’s. Se han llegado a abrir lugares especiales en los que sólo se puede hacer karaoke, además de comer y beber. Sin embargo, hay otros lugares que no están dedicados completamente a prestar el servicio del karaoke, pero establecen algunos días de la semana para ofrecerlo. Hoy en día, las máquinas son mucho más modernas, con pantallas de alta definición y de gran tamaño, al igual que un sonido potente. De igual forma, existen concursos a nivel mundial de esto e, incluso, han llegado a ser televisados.