Ruben Blades – Creo en ti
No creo en el alma que no perdona, ni creo en el corazón
Que condena, pero en ti sí, cariño, yo creo en ti
No sé a que distancia está la luna, ni cuán lejos están
Las estrellas, sólo sé que en ti veo mi fortuna
Y una carita que es de lo más bella
Voy todo a ti, cariño, yo creo en ti
Por tu amor el pasado
Ya no me atormenta
Se acabaron las dudas de mi corazón
Diariamente eres fiesta de fin de semana, y tu risa es mi
Orquesta y tus besos mi ron
Sea el mar más profundo
No creo que haya verdad
Absoluta, ni tampoco perfecta conducta, y aunque es así
Cariño, yo creo en ti
Amargado por tanto dolor en el
Mundo la maldad de unos cuantos me hacía dudar
Y encontré en tu abrazo un bendito refugio y una nueva
Esperanza que me hace soñar
Quiere «salvarme» ya no creo en lo que dicen los diarios
Ni tampoco en lo que habla la radio, pero en ti sí, cariño
Yo creo en ti
Con cada beso juntos nos sumergiremos en un mar de
Pasión, placer y sabrosura
Y yo, al compás sensual que
Marca tu cintura me dejaré llevar a una delicia eterna
Hablar de zoquetadas
De qué nos vale el tener inteligencia
Si no aprendemos a usar la conciencia, pero tu sí, cariño
Yo creo en ti
Llenas mi martirio en un mar lleno de felicidad, cariño yo creo en ti
Eres una prieta; un fin de semana un fin de semana y no voy a parar
Cariño yo creo en ti
Cariño yo creo en ti En mis noches de dolor fuiste luna llana
Cariño yo creo en ti
Como me gusta contemplar tu carita bella
Me pierdo en tus ojos
La primera máquina de karaoke la introdujo el cantante Daisuke Inoue, pero el éxito fue un poco por casualidad, ya que la gente asistente a sus conciertos insistía en poder cantar junto a él, gracias al experimento interactivo tan novedoso. Cuando el cantante vió el gran potencial del invento, lo patentó en un primer modelo consistente en una máquina a la que había que echar una moneda para que funcionase
En América y Europa se hicieron bastante conocidos este tipo de actividades, sobre todo en los bares, cuyo público era mayormente joven. Principalmente, el corazón del canto al vacío son las máquinas de karaoke, las que constan de una pantalla, mecanismo de supresión de voz, lector de DVD’s, además del sistema de sonido. Al principio, las máquinas tenían un lector de cintas, pero luego se cambió a las clásicas cintas de DVD’s. Se han llegado a abrir lugares especiales en los que sólo se puede hacer karaoke, además de comer y beber. Sin embargo, hay otros lugares que no están dedicados completamente a prestar el servicio del karaoke, pero establecen algunos días de la semana para ofrecerlo. Hoy en día, las máquinas son mucho más modernas, con pantallas de alta definición y de gran tamaño, al igual que un sonido potente. De igual forma, existen concursos a nivel mundial de esto e, incluso, han llegado a ser televisados.